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Algunos apuntes sobre la historia de la encuadernación

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Desde Ana Jessen, queremos transmitiros una serie de conceptos que creemos pueden ser muy útiles en torno al mundo del libro.

No podemos hablar del libro actual, sin hablar un poco de la historia del papel. El papel surgió en China. Los artesanos de este sector elaboraban el papel con seda, lo cual elevaba los costes. Hacia el año 105 d.C. comenzaron a utilizar materiales más baratos como cortezas vegetales, fibra de morera, restos de tejidos de algodón, viejas redes de seda, etc.

Los artesanos chinos lograron mantener el secreto casi 700 años, pero a mediados del s.VIII los fabricantes cayeron prisioneros de los árabes quedando desvelado el secreto. Así comenzó la peregrinación  del papel hacia Europa.

Sin embargo, Europa, que anteriormente había sido colonizada por el Imperio Romano, ya tenía lo que denominamos códices, y, mucho antes, los pergaminos, papiros griegos, rollos de pergamino y tabletas cueniformes en Asia. Por ello, debemos mencionar cómo evolucionó la manera de encuadernar hasta llegar al códice o codex, que son las formas más similares a los libros actuales, exceptuando algunos detalles.

Después de todos estos cambios en formatos y materiales, llegamos a lo que hoy conocemos como libro, por tanto nos gustaría, de manera alfabética, exponer algunos conceptos que, creemos, pueden ser muy útiles para el profesional o aficionado del sector:

Libros APISTÓGRAFOS: son los libros cuyas hojas están escritas por los dos lados

APÓCRIFOS: hacen referencia a colecciones de textos sagrados que no aparecen en contextos judíos o cristianos, que no han sido incluidas ni en biblias usadas por cristianos ni en biblias israelitas.

También es un término que describe aquel documento que ha sido erróneamente atribuido a un determinado autor.

De ATRIL: los que una vez abiertos contienen composiciones musicales distribuidas de tal forma que puedan ser leídos  a ambos lados de libro.

BEATOS: Los Beatos, libros llamados así por su autor San Beato de Liébana abad del monasterio de San Valcavado, que escribió más comentarios al Apocalipsis. Del Beato se conservan 25 códices, la mayoría escritos en letra visigoda y pertenecen a los siglos X y XI. De letra carolina son del s.XII y XIII. Fueron escritos en los monasterios de San Millán de la Cogolla, Silos, Tavira, Valcavado y San Miguel de la Escalada, entre otros. En general consta del nombre de los copistas e iluminadores.

BIBLIÁTRICA: (o arte de restaurar los libros) Este término no aparece registrado en el diccionario de la RAE, pero se refiere al arte de arreglar, instaurar, componer o renovar cualquier tipo de libro sin importar la forma o figura. Su etimología se compone del griego biblion- libro y iatrike- restauración o médico curador.

BIBLIÓFILO: es el amante de los libros, como objeto de colección, el que conoce las ediciones princeps (primera edición), las originales, el entendido sobre cada uno de los libros que componen su biblioteca. Lo saben todo o casi todo sobre sus libros. Por lo menos los que yo he tratado durante mi vida como restauradora de libros. Buscan la parte académica que aporta un libro, pero también buscan primeras ediciones, libros con dedicaciones especiales, libros caros, libros de gran belleza por su encuadernación y contenido, por la edición y su estado de conservación.

CÓDICE:

En la Antigüedad surgieron varias formas de llevar los escritos, los más pretéritos quizá sean las tablillas con escritura cueniforme encontradas en Asia, concretamente en Mesopotamia.  Estas tablillas podían unirse entre sí para albergar más información, y se pasaron a llamar “dípticas”.

Siglos después llegaría el pergamino o los rollos de pergamino, si bien este formato era poco manejable, se extendió muy rápidamente. Por usual que fuese la forma de rollo en la antigüedad, no hay duda de sus defectos. Uno de ellos era que cuando se leía el rollo necesitaba ser desenrollado de nuevo si se quería consultar algún párrafo anterior. Esto era complicado aunque se utilizara un palo (umbilicus) para enrollarlo.

Tenía la limitación de poder escribir únicamente en una cara, además de la dificultad  para buscar citas en párrafos anteriores, ya que estaban escritos en una única columna. Además su almacenaje era complejo por su propia forma.

Al generalizarse las pieles para la escritura dio lugar a un cambio muy importante en la forma del libro. En vez de hojas de papiro unidas por los bordes y enrolladas, se empezó a encuadernar manualmente componiéndolo depieles plegadas, formando cuadernillos, que se unían por la arista o dorso y eran protegidos con tapas de madera. Esta es la forma del libro que perdurará hasta nuestros días. Esta nueva forma tenía como ventaja que se utilizaban las dos caras de la piel, aprovechando más el espacio, y al ser más lisas ofrecían menos resistencia al cálamo o instrumento de caña que se empleaba para escribir. Así el libro adoptó una forma parecida a la de las “tablillas” o códex.

Ya los romanos y los griegos habían comenzado a adaptar hojas planas unidas por el borde, a lo cual llamaban códice o libelli, en lugar de usar los rollos de papiro o pergamino.

Sin embargo los rollos de pergamino coexistieron con los “Códice” o “Códex”, incluso se mantuvieron durante años para escritos especiales, como títulos.  Pero el códice fue haciéndose cada vez un lugar mayor ya que era mucho más barato que los rollos, que podían escribirse a doble cara y almacenarse de manera correcta (favoreciendo su conservación) gracias a sus hojas planas. De esta manera el códice llegó a la cuna del papiro: Egipto.

Repaso Historia Encuadernacion

La tinta prácticamente se hereda de los rollos de pergamino, es a partir del s.XII cuando comienzan a utilizar una composición de tinta más parecida a la actual, compuesta de sulfato de hierro y ácido tánico. Al llegar el códice, la estructura de la escritura se organizó en una columna larga en cada página. La preocupación del escriba en esta época es saber calcular el largo del escrito para que no quedaran hojas en blanco al final del mismo.

La aparición el códice coincidió con la época de mayor esplendor del Imperio Romano, con lo cual aportó mucha agilidad en la transmisión de la cultura. Con la incorporación de la lengua de Roma a España y los códices surgieron muchos escritores a la cultura romana que, geográficamente, pertenecían a Hispania.

También en los códices se diferenciaban los libros ricos de los más sencillos ya que estos últimos presentaban menos márgenes que los ricos. Los títulos, que al principio eran colocados al final de cada texto.

Podemos decir, por tanto, que el libro que hoy conocemos es un códice por su formato, pero en realidad, el término códice o codex se ha atribuido a los manuscritos anteriores a la Imprenta. Sin embargo, había diversos tipos de códice, destacando el Codex Aureus (por el oro), Codex Purpureus (por sus páginas teñidas de púrpura) o los Beatos que son comentarios al apocalipsis como por ejemplo el conocido Beato de Liébana.

El ejemplo más antiguo de codex que se conoce es el “De bellismacedonicis” un poema de autor desconocido.

De edición PRINCEPS o PRÍNCIPE: Primera edición de una obra

De edición FURTIVA: son los impresos sin autorización del autor, editor o propietario. También se aplica a los que llevan un pie de imprenta falso

 

Bibliografía:
El arte de la encuadernación, Mariano Monje Ayala. Editorial Clan, 1998
Historia del Libro, Sven Dahl. Alianza Editorial, 2006
Manual de la Historia del Libro, Hipólito Escolar Sobrino. Editorial Gredos, 2004
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Algunos apuntes sobre la historia de la encuadernación
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Desde Ana Jessen, queremos transmitiros una serie de conceptos que creemos pueden ser muy útiles en torno al mundo del libro. Te contamos también un poco la historia tan interesante del papel hasta llegar a lo que hoy conocemos como libro.
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