Los libros son un bien muy preciado que hay que conservar ya que ahí es donde encontramos gran parte de nuestra cultura histórica y literaria. Por ello, según va pasando el tiempo hay que ir cuidándolos para mantenerlos en las mejores condiciones posibles y protegerlos de la gran cantidad de agentes que pueden afectar al estado de tu biblioteca.
Por esta razón, hoy vamos a dedicar este artículo a compartir una serie de consejos para una correcta conservación y preservación de los libros.
Consejos para proteger los libros de tu biblioteca:
- No exponer los libros directamente a la luz solar: Una larga exposición a los rayos de sol puede hacer que tanto el lomo como la cubierta se deterioren y se produzca una decoloración de la parte exterior del libro. Además, esto también provoca la sequedad y oscurecimiento de las hojas. Cuando esto ocurre, podemos observar como el papel va amarilleando debido a la gran acidez de algunas ediciones. Para evitar que los libros se quemen y, en consecuencia, se dañen, se debe intentar que las estanterías no se encuentren justo al lado de las ventanas y en caso de que lo estén, hacer uso de las persianas, cortinas o estores en los momentos de mayor exposición.
- Proteger los libros de la humedad: Las estanterías deben situarse en un sitio con una luz tenue, seco y ventilado. Esto es primordial, ya que esto puede ajar fuertemente los materiales del libro. Además, tanto la humedad como los cambios bruscos de temperatura suelen ser el principal motivo de la aparición de hongos.
- Limpia el polvo habitualmente: Con el paso del tiempo es muy común la acumulación de partículas de polvo, por lo que es necesario una limpieza asidua de los libros. Pasa un plumero o un trapo por las estanterías y de vez en cuando, haz una limpieza profunda de cada libro. Para ello, limpia con una brocha o un trapo seco tanto la cubierta como cada página del libro. Esto también te ayudará a revisar que ninguno de esos libros esté infectado y en caso de que lo esté y contenga insectos u hongos, aléjalo de inmediato del resto para que no infecte al resto del contenido de la librería y para tratarlo debidamente.
- Airear los libros: Los libros también necesitan ser ventilados, por ello, intenta abrir las ventanas, y así, airear adecuadamente la habitación y las estanterías y renovar el aire.
- No colocar plantas vivas junto a los libros: Las plantas desprenden mucha humedad. Asimismo, es una fuente muy grande de insectos. Por lo que evita la colocación de plantas naturales cerca de tus valiosos ejemplares.
- Coloca adecuadamente los libros en las estanterías: Los libros deben poder respirar y para ello es necesario una buena colocación, si la estantería está muy cargada y los libros muy apretados no es posible una buena ventilación. Además, puede ocasionar que algunos de los libros de la biblioteca se deformen a causa de la presión que ejerce el resto. También la presión de todos los libros es perjudicial a la hora de sacar los libros de la estantería.
- No forzar el ángulo de los libros: Al abrir los libros, para leerlos muchas veces, las personas tienden a abrirlo demasiado o incluso a aplastarlo para que el libro se quede plano. Si bien, esto es un claro error, es necesario respetar el ángulo de los libros para una buena conservación del mismo a pesar de que pueda resultar algo más incómodo.
Estos son sólo algunos de los consejos que puedes aplicar para proteger tus libros y mantenerlos en buen estado con el paso del tiempo. No obstante, si alguno de los libros de tu preciada colección ha sufrido un deterioro o has heredado algún ejemplar antiguo y quieres saber cómo mejorar sus condiciones… ¡Consulta los cursos y talleres de restauración y encuadernación manual que imparte nuestra restauradora Ana Jessen!
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