Hace unas semanas nuestra encuadernadora artesanal de libros antiguos, Ana Jessen, se desplazó hasta la Biblioteca del Monasterio de Leyre, en Navarra, para la restauración de el “Libro de las Sentencias”.
Esta obra tiene como autor a Petrus Lombardus y data del 1528. En un primer vistazo general del ejemplar, Ana Jessen pudo comprobar que se trataba de un libro con encuadernación de piel entera con decoración de unas ruedas gofradas en el centro de las tapas. En el lomo presentaba paletas de hilos gofradas con tres dobles nervios de cordel. Las cabezadas estaban cosidas al libro con hilo de color crudo y se podía observar que el núcleo de las cubiertas era de cartón.
El cuerpo del libro está impreso sobre papel de pasta de trapos verjurado y estaba completo.
A la hora de empezar con el tratamiento fue necesario dividir el proceso en dos partes: el primer lugar el cuerpo del libro y en segundo lugar la encuadernación.
La primera impresión era la pérdida de soporte de la encuadernación, de la piel de las esquinas, los bordes y el lomo, así como desgaste de la flor de la piel. También presentaba deshidratación, suciedad y manchas de origen desconocido. Conservaba las cabezadas rotas de hilo de color crudo y los enlaces de los nervios en la cubierta trasera aparecían partidos. Al igual que el cartón de las tapas que se mostraba muy deteriorado. En cuanto al lomo estaba deformado y en vez de convexo aparecía cóncavo, como curiosidad.
Las guardas y contraguardas delantera trasera eran de papel crudo verjurado. Solamente se conservaba la guarda trasera, la cual presentaba anotaciones manuscritas a pluma.
Con este análisis previo Ana Jessen ya podía empezar con la restauración del libro antiguo. En primer lugar, procedió con mucho cuidado a retirar con humedad la guarda trasera para después retirar las tapas y despegar a punta de bisturí el lomo, al igual que la piel de las cubiertas.
Así, desmontó todo el libro para proceder a limpiarlo, restaurarlo y meterlo en la cámara de humectación para quitar la deformación.
Es el momento de volver a coser con tres nervios vistos de cordel como el original y coser también al libro nuevas cabezadas iguales que las originales. Se protege el lomo con tela de algodón pegándola con cola neutra, que da mayor flexibilidad. Se colocan cartones neutros nuevos del grosor y tamaño del original. Previamente se habrán limpiado a muñequilla con jaboncillo y consolidado con engrudo. Se injertan las zonas con falta de soporte en las cubiertas y una vez nutridas y limpias se pegan con engrudo las partes existentes de piel de las tapas. Por último, se nutre con Cire 13.
Para completar el proceso de la encuadernación manual se colocan la nueva guarda y contraguarda delantera, así como la contraguarda trasera. La guarda original trasera se vuelve a pegar con engrudo una vez tratada. Se completa con ruedas de hilos gofradas como parte de la decoración, tanto en las tapas como en el lomo. Por último, se aplica cera nutritiva.
Con el cuerpo del libro completado, Ana Jessen procedió al segundo procedimiento: la encuadernación.
A primera vista el cuerpo del libro se encontraba en bastante mal estado de conservación. Las esquinas aparecían dobladas. Presentaba mucha suciedad en todas las hojas y manchas, que al igual que en la encuadernación, de origen desconocido, así como desgarros y pérdida de soporte.
Con esta evaluación nuestra encuadernadora procedió a efectuar una limpieza en seco de todo el cuerpo del libro con goma de borrar no grasa y con una brocha de pelo suave. Los desgarros y pérdida de soporte se restauran con papel japonés. La guarda trasera se lava, consolida y reintegra con papel japonés y los cortes se limpian en seco con goma blanda y brocha suave. Para terminar, las esquinas dobladas se planchan con espátula caliente.
Como último detalle, la signatura del libro se pega con engrudo en el lomo, caligrafiada sobre papel neutro.
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