Siempre he tenido un interés y sensibilidad especial hacia el arte y la cultura. Quise estudiar Arquitectura pero como el dibujo técnico no era mi fuerte, opté por estudiar Historia del Arte. Y fue durante la carrera, cuando descubrí la importancia de los procesos de conservación de los bienes culturales y mi afición hacia los libros como objeto de arte.

A través de mis viajes siempre me ha gustado descubrir el arte y la cultura de España y resto del mundo.

Me formé en la Escuela Enart, durante tres años, para aprender el oficio de la encuadernación artesanal. En ese momento me di cuenta de la necesidad de reparación profunda que requieren los libros como legado cultural y artístico. Además descubrí una profesión apasionante de la que aprendo cada día y a la que me dedico desde entonces.

Crear mi propio taller en el año 86, tuvo mucho sentido para mi. La restauración da vida al libro, que renace como vehículo transmisor de cultura.

Saqué unas oposiciones como encuadernadora a la Biblioteca Nacional, donde permanecí hasta 1990 y donde fui marcando una clara tendencia hacia la restauración de encuadernaciones. La curiosidad me ha impulsado a seguir formándome continuamente en escuelas de París, Madrid, Ascona, Londres, Lisboa…

Como siempre me gustó transmitir y formar a otros, le incorporé el área de Escuela a mi taller y de esta forma he podido cumplir una de mis inquietudes para que este oficio perdure: enseñar a otros esta magnífica profesión.

Los encargos fueron siendo cada vez más importantes, como el Fondo antiguo del Museo Pedagógico en la Residencia de Estudiantes, La Biblioteca de Bartolomé March, El Instituto Internacional, etc. En el año 2001 conseguí un patrocinio para la Biblioteca del Monasterio de Yuso, San Millán de la Cogolla para la que sigo trabajando en la actualidad.

Actualmente trabajo en mi taller-escuela en Madrid, desde donde restauro y encuaderno por encargo y doy clases colectivas para alumnos de todos los niveles de conocimiento y edades.